Llegamos a Lucena para ver el Castillo del Moral, que así se llama, pero ya era bastante tarde y no pudimos entrar a verlo por dentro, bueno miento, como el cierre era muy próximo y no nos daba tiempo a verlo, tan solo nos dejaron de entrar al patio de armas en donde pudimos hacer algunas fotos y salimos a verlo por fuera. En su interior se encuentra El Museo Arqueológico y Etnológico de Lucena.
El castillo se encuentra en el mismo centro de la ciudad y no en una montaña, pico, o risco sino, como aquel que dice, a pie de calle. No tiene un aparcamiento por lo que hay que buscarse la vida para dejar el coche (una de las causas que tuvimos para llegar tarde a la visita). Lo mas destacado del monumento es su gran torre octogonal y sus altos lienzos de piedra. Algunas partes han sido reconstruidas, pero muchas partes son originales y se encuentran en un maravilloso estado, incluidas las torres.
Aunque no se sabe con seguridad, puede que en el subsuelo del castillo haya restos de épocas anteriores, íberas y romanas, a la construcción del castillo por los almohades a mediados del siglo XII. Fue conquistado por Fernando III en 1240, como casi toda la zona cordobesa. Utilizado desde entonces como fortaleza fronteriza, perteneciente al Cabildo de Córdoba y mas tarde a La Orden de Santiago.
Fue canjeado por unos terrenos en 1340 por la amante del Rey Alfonso XI, que también adquirió anteriormente el
Castillo de Cabra y en donde daría a luz al hijo ilegítimo del rey que sería entronado como Enrique II de Castilla. A la muerte de Leonor en 1351, el Castillo de Lucena pasaría de nuevo a la corona castellana.
El castillo pasó a manos de la familia Fernández de Córdoba que participaron activamente en la guerra contra el Reino de Granada. Precisamente, en la Batalla de Lucena, fue capturado el Rey nazarí Boabdil el Chico que primeramente estuvo preso en éste castillo y luego pasó a seguir su cautiverio en
El Castillo de Porcuna no se si antes o después de pasar por el
Castillo de Cabra.
Una vez terminada la conquista de Granada en 1492, el castillo como casi todos los castillos de la zona fronteriza, pierde importancia estratégica por lo que pasa a ser residencia de los Marqueses de Comares y Alcalde de Los donceles. En 1767 regresó a manos de la corona española junto con su señorío. En el siglo XVII se construyó un jardín y unas caballerizas a su vera que fueron destruidas para construir en 1970 el edificio de Correos y Telégrafos de la ciudad.
En 1926, el ayuntamiento compró el castillo a los duques de Híjar por 40.000 pesetas. En 1946, se autorizaron las obras para eliminar las partes que se habían construido en el siglo XVII para devolverlo a su estado anterior como fortaleza defensiva. Se desprende de todo ello que el castillo nunca ha permanecido abandonado sino que ha sido utilizado como residencia durante siglos y que por ello se ha podido conservar tal cual era en tiempos medievales.
Las ultimas actuaciones han ido encaminadas a la iluminación, la eliminación de humedades y la eliminación de cableado aéreo de sus fachadas, cableados que afean innumerables edificios y monumentos emblemáticos a lo largo y ancho de nuestra geografía.
¡¡Conoce y vive España!!
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