Un castillo muy bien conservado y rehabilitado que se encuentra en la población murciana de Caravaca de la Cruz, justo en la cima de la colina donde se ubica la población. Es un gran espacio con unos grandes muros y torres en cuyo interior se encuentra La Basílica de la Vera Cruz de Caravaca, un templo barroco del siglo XVII con una portada preciosa de mármol rosa. Era domingo y estaban preparando un evento de la iglesia en el que se estaba reuniendo muchísima gente. Nosotros nos dedicamos a hacer algunas fotos y admirar, tanto la portada de la basílica, como los muros y torres del castillo. También estuvimos viendo el claustro.
El exterior de la fortaleza está franqueado por los muros y por catorce torres variopintas. Tres de estas torres son circulares y podemos debérselas a una reforma posterior. La puerta principal está franqueada por dos torreones, una de ellas, la llamada Torre de las Toscas, pertenecía a la antigua Iglesia de Santa María la Real. La fortaleza contaba además con otra puerta secundaria. La gran torre que se sitúa a la espalda del claustro, es la torre del homenaje, llamada Torre Chacona que era un elemento fortificado independiente del resto del castillo y era el último bastión. Desde el castillo se abarca una gran extensión de terreno para vigilar dada su altitud.
La gran importancia religiosa del lugar para todo el mundo católico viene dado por la conservación en el interior de la basílica de fragmentos de la Vera Cruz, o lo que es lo mismo, fragmentos de la cruz en la que fue crucificado Jesús de Nazarét, según la leyenda. El culto a la Vera Cruz tiene sus inicios en los años en los que la Orden del Temple situó esos fragmentos traídos desde Tierra Santa a la fortaleza de Caravaca, e instalados en el interior de una de las torres del castillo. Tras la desaparición del Temple, se hace cargo del castillo la Orden de Santiago que continúa y consolidan el culto a la Cruz de Cristo.
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