El Castillo de Galve de Sorbe o de los Zúñiga, se encuentra en un cerro al noreste de la población. El día que estuvimos, hacía muchísimo viento y, como el castillo está en ruinas, nos dio bastante miedo a que, con el fuerte viento, se desprendiera alguna piedra y nos cayera encima. De hecho, en los alrededores del castillo pudimos ver muchas piedras que habían rodado desde el castillo, ladera abajo. Pudimos subir con el coche por el carril hasta casi la misma puerta de la fortaleza. Dejando de lado la seguridad, he de decir que nos encontramos con un castillo precioso, muy bonito cuya torre del homenaje con sus cuatro garitones volado presenta una estampa icónica del monumento.
Su construcción con sillares data del siglo XV y fue construido sobre un castillete anterior, de origen andalusí. De hecho, el nombre de Galve proviene de una general del califa Abderramán III, Galbi ben Amril. El monumento es de forma cuadrangular con una forma muy irregular, con una torre en cada esquina y dos torres redondas en las medianeras de sus lados más largos. Las torres están adornadas con el escudo de armas de los Zúñiga. La torre del homenaje, se encuentra adosada al muro más largo del recinto, el del lado norte. Consta de hasta cinco plantas en sus 20m de altura. La terraza, tiene un saledizo sobre modillones.
Como decía el castillo esta en ruina progresiva y no es visitable, pero si se sabe que en el tercer piso de la torre del homenaje existe una gran chimenea de sillares con arco rebajado simétrico y varios ventanales. Con la conquista cristiana de la zona en el siglo XI, el castillete original pasó a depender de la comunidad de villa y tierra de Atienza. En el siglo XIII el castillo pasó a manos del infante Don Juan Manuel que lo reedificó. Pero tras los enfrentamientos con el rey castellano Alfonso XI, fue perdonado tras conceder ciertos beneficios a Alfonso, entre ellos, la destrucción del Castillo de Galve. Posteriormente la villa, pasó a la corona.
Este castillo ha sido moneda de cambio en muchas ocasiones y ha tenido muchos propietarios a lo largo de su historia. Vamos por partes, como decía Jack el Destripador, en 1354 Pedro I le concede a Íñigo López de Orozco el señorío de Galvez y, tras la muerte de su hijo, Íñigo López de Orozco Gómez, a manos del propio rey, su hija Mencía de Orozco se lo vende a partes iguales a Diego López de Zúñiga y a Diego Hurtado de Mendoza. Pero tras la muerte de Diego Hurtado en 1405, el señorío pasa en su totalidad al otro Diego, el de Zúñiga. En 1468 su nieto, de mismo nombre, ordena la construcción del nuevo castillo palacio de los Zúñiga como residencia personal.
El castillo siguió siendo moneda de cambio en los siguientes siglos pasando de mano en mano entre otros al III Conde de Miranda de Duero que se lo vende a la viuda de otro Diego Hurtado de Mendoza, para su hijo Baltasar de la Cerda y Mendoza que sería nombrado primer conde de Galve. Luego, pasaría al duque del Infantado y de Pastrana. En el siglo XVIII, es cuando pasó a manos de la casa de Alba por uniones familiares. Llegamos hasta 1873, en el marco de la III Guerra Carlista, en la que se vio envuelta la fortaleza que, fue destruida al ser volada por el general Villalaín, quedando en abandono. Ante el gasto que supondría rehacer el castillo, los Alba se lo ceden al Estado y, como he dicho antes, en 1971 lo subastan.
El particular que lo adquiere, reconstruye varios lienzos de murallas, realiza reformas encaminadas a habilitar algunas estancias para vivienda que décadas después fueron destruidas la mayor parte. Recientemente se ha impulsado una nueva fase de conservación del monumento encaminadas a limpieza y desescombro, consolidación de algunas zonas y se ha recuperado el aljibe medieval. La verdad es que buscando documentación para esta entrada, he visto imágenes de como estaba el castillo y la verdad es que sólo quedaba en pie la torre del homenaje, siendo el resto del castillo reconstruido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario