Situado a las afueras de La Poza de la Sal, localidad burgalesa que fue la cuna de Félix Rodríguez de la Fuente, divulgador de la naturaleza que hizo en España los primeros documentales sobre animales en libertad grabados con cámaras ocultas y, fallecido en Alaska en un accidente de helicóptero en marzo de 1980. El emplazamiento del Castillo de los Rojas es sobre un macizo rocoso aislado como cortado a cuchillo lo cual hace que el recinto sea totalmente inexpugnable. Tiene a su lado un gran llano para poder aparcar y disponerse a subir las escarpadas escaleras para acceder a través de la estrecha puerta con arco apuntado de sillarejo.
La escalera se encuentra excavada sobre la misma roca. Desde arriba, tenemos un dominio total sobre la población y sobre la Cuenca Burebana. El Castillo de Poza de la Sal, fue construido en siglo IX por Diego Rodríguez Porcelos, cuando repobló la zona, para proteger la villa. Ésta repoblación se hizo al mismo tiempo que la de Pancorbo y la fundación de Burgos. El primitivo castillo estaría compuesto de una torre principal y algunos muros y barbacanas para protegerla. Ya en el siglo XIV es cuando los Rojas construyen el actual castillo, sobre el anterior. Con esta nueva fortaleza, la Villa de Poza quedaba eficazmente protegida.
Al pie del peñón quedan los dos cubos que franqueaban el arco de entrada que daba acceso al patio de armas y a la escalera, único punto de entrada al recinto defensivo. El monumento, de planta en forma de triángulo muy alargado, se encuentra dispuesto de norte a sur con la única puerta de entrada, al final de la escalera, orientada al oeste. Se puede subir pero, una vez dentro, se accede a estancias bastante oscuras, cerradas con bóveda de cañón ligeramente apuntado, en donde tuvimos que encender las linternas de los móviles para poder acceder al interior y subir a la parte alta dispuesta a cielo abierto.
La estancia parece también labrada en la roca y dividida en dos partes por un paño de muro en el que se abre un arco de medio punto. Al fondo, se encuentra la escalera, también excavada en la roca, que da paso a la terraza de unos 36m de longitud y en donde hay un aljibe también excavado en al roca (que pechá de picar la roca). Otros elementos destacables son los modillones sobre los que descansan los garitones y la aspillera. Como funciones de la fortaleza, además de las propiamente defensivas y de vigilancia, se utilizó como prisión. El Rey Carlos V, lo utilizó a discreción para tener presos en éste castillo a importantes personalidades europeas, entre las que destacan, los embajadores de Francia, Milán, Venecia, Inglaterra y Florencia.
La fortaleza fue puesta a prueba durante la Guerra de la Independencia cuando el General Palombini fue sitiado por la guerrilla de Francisco Longa y Juan de Mendizábal. Durante las Guerras Carlistas el castillo sirvió como lugar de vigilancia.
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