También llamado Castillo de los Duques de Frías o Castillo de los Velasco. Cometimos un gran pecado en Frías, llegamos tarde y no pudimos ver el castillo por dentro. Pero, que pedazo de castillo tiene éste pueblo, importante ciudad del medievo que en algunos sitios, parece anclado en el pasado. Ya no es solo el castillo, sino todo el municipio y por supuesto el puente sobre el Río Ebro, también de factura medieval. Sus casas colgantes y el castillo, desafiando la gravedad al filo de lo imposible, además, por los siglos de los siglos.
La Ciudad de Frías, se remonta al siglo X, y a lo largo de la historia ha sido espectadora de excepción en conflictos, batallas y episodios históricos, sobre todo en la edad media, al ser frontera entre los dos reinos cristianos de Castilla y Navarra. A destacar del castillo su impresionante Torre del Homenaje, asomada al abismo con altivez y casi como un equilibrista. El castillo está situado en lo alto del peñasco de La Muela, dominando todo el Valle de Tobalina. Por ello, es uno de los castillos roqueros mas impresionantes de la península, además de tener un gran valor estratégico en la edad media. El monumento está compuesto por una mezcla de construcciones donde hay muestras de los siglos XII, XIII, XV y XVI.
Fue, a partir del siglo XIII, cuando Alfonso VIII le dio valor estratégico a la población de Frías y su fortaleza al relevar al Castillo de Petralata en las funciones de control de la zona. Curiosamente, el recinto fue construido por los navarros en el siglo XI para defender los pasos entre la Bureba y Castilla la Vieja. La defensa se completa en 1201 al construirse la muralla y posteriormente en el siglo XV Pedro Fernández de Velasco emprende obras de fortificación en el castillo para blindar la villa burgalesa. La puerta de ingreso a la fortaleza es de arco ojival defendido con troneras y almenas, además de ser de reducido tamaño para dificultar el acceso, franqueado por un puente levadizo.
El interior del castillo, lo componía un patio de armas casi cuadrado y parcialmente cubierto que daba paso a las distintas y extintas dependencias interiores. Todas las almenas están recorridas por un adarve que llega hasta los últimos rincones de las murallas. La gran Torre del Homenaje es un recinto independiente con sus propias defensas y hay un aljibe adosado. En el interior de la torre, una dependencia conserva una doble bóveda con una ventana de arco rebajado. En lo alto, una terraza almenada. En los ángulos del este, se sumaron torrecillas sobre modillones de estilo típicamente español.
Construido en mampostería y bien conservado. El interior, con las dependencias desaparecidas, se dedica a recibir turistas, a hacer eventos deportivos y lúdicos. Al frente, se encuentra la Iglesia de San Vicente, de estilo románico cuya portada fue vendida al Museo de Claustros de Nueva York. La original torre de la iglesia, desplomada en 1906 (la que hay ahora fue levantada entonces con el dinero de la venta de la portada) formaba parte de la defensa del castillo y portaba el reloj situado hoy sobre uno de los cubos del castillo. La iglesia cuenta también con un gran patrimonio como retablos de distintas épocas y estilos.
La primera mención de la fortaleza defensiva data de 867 en la lucha contra los musulmanes. En 1201 pasa a manos de la corona tras ser entregada por los Armengol tras construir la muralla. El rey Alfonso VIII reforma el castillo dotándolo de nuevas defensas. En 1446 fue cedido Pedro Fernández de Velasco que inicia una profunda rehabilitación y consolidación. En 1450, los vecinos que no ven con buenos ojos el cambio del mando del castillo de la corona al dominio de los Velasco se sublevan e intentan tomarlo, debiendo desistir poco después. Los Reyes Católicos, crean el ducado de Frías en 1492 para la familia Velasco. En la segunda mitad del siglo XVI, la fortaleza se adapta al uso de la artillería con la apertura en sus muros de troneras y cañoneras.
Su función militar se mantuvo hasta la Guerra de la Independencia y en 1920 pasa a manos del ayuntamiento que intentó subastarlo sin conseguir venderlo. Se inicia un período en el que es usado por la población para eventos deportivos y de juegos populares y, una vez restaurado, pasa a ser el emblema turístico por excelencia de la Ciudad de Fías.
¡¡Conoce y vive España!!
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