Aquí te quiero mostrar los castillos que hemos visitado y lo que nos han parecido.

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27 marzo, 2024

Palacio Real de Olite (Navarra) ⭐⭐⭐⭐⭐

    También conocido como Castillo de Olite o Palacio de los Reyes de Navarra. Es el monumento medieval más importante de Navarra.  Nosotros sacamos las entradas por internet antes de ir, por si acaso ya que nos encontrábamos lejos. Al llegar y ver este edificio nos quedamos maravillados por tanta belleza pero, al acceder a su interior, la percepción placentera no hizo sólo que aumentar. El monumento guarda muchas sorpresas que la amable guía nos fue desgranando poco a poco. Así es como se debe ver un castillo, con visitas guiadas que harán que la actividad lúdica sea verdaderamente lúdica y enriquecedora.





    Se puede acceder con la entrada básica por 4.40€ sin guía y por 5.50 con la visita guiada (muy aconsejable, sobre todo por la poca diferencia de precio) que dura aproximadamente 1h, al final te dejan en medio del castillo para que te recrees o revisites algunas partes del castillo. El monumento consta de tres zonas: El castillo viejo que ahora es Parador Nacional, ruinas de la Capilla de San Jorge y, el Palacio Nuevo, que es el visitable y más extenso. Su construcción fue ordenada por Carlos III el Noble, Rey de Navarra y su esposa Doña Leonor de Trastámara. 





    Fue uno de los palacios reales más suntuosos de Europa, constaba de jardines colgantes, agua corriente, una lujosa decoración y hasta un zoo que incluía leones y camellos además de aves exóticas. El monumento estaba unido al castillo viejo y fue construido por detrás y al otro lado de la Iglesia Santa María La Real. El recinto no fue planificado como conjunto, sino que se le fueron agregando elementos, de ahí su anarquía arquitectónica. La mayor parte de las obras, se realizaron a finales del siglo XIV y principios del XV y Carlos III decidió convertirlo en sede real por lo que lo dotó de todo el ornamento habido y por haber. La zona que queda entre el Palacio Nuevo y el Castillo Viejo, detrás de la iglesia, era el Palacio de la Reina, que ahora es un solar que separa las dos construcciones.





    El Palacio está influenciado por el estilo gótico francés, aunque también conserva elementos mudéjares obra de artesanos moriscos de Navarra. La ornamentación interior de la que quedan solo restos, estaba compuesta por yeserías, azulejos, vidrieras y ricos artesonados dorados, además de tapices y alfombras en paredes y suelos, que servían tanto de ornamentación como de aislante de la duras condiciones meteorológicas de la zona. El castillo contaba con una nevera, de grandes dimensiones que se encuentra en la parte trasera del edificio y que es llamado popularmente como "el huevo".






    Contaba con los mencionados jardines colgantes de casi 20m de altura que eran cuidados por numerosos jardineros, aunque los reyes también cuidaban de él como entretenimiento. Para su riego, se instalaron una tuberías de plomo que todavía se pueden ver incrustados en la piedra. Los árboles eran tapados en invierno con unos toldos cual invernaderos y, llama la atención una gran obra de ingeniería en el Jardín de la Reina, que se encuentra en la primera planta, o sea, en alto, con una habitación debajo, con grandes arcos apuntados, la cual por las condiciones de humedad resulta no visitable pero, piénsalo, en el siglo XV un jardín en una primera planta ¡de locos!






    La Torre del Homenaje, llamada Torre de la Vit (caracol en francés), que debe su nombre a la torre de caracol de su interior. Cuenta con 40m de altura, siendo la más alta del conjunto medieval y que es la única concesión militar del palacio. La sala de la reina, ricamente adornada además con zócalos de madera y un baño privado. La Sala del Rey, utilizada para banquetes, disponía de un anexo para su descanso, lucía grandes ventanales góticos y chimenea. La Cámara de los Yesos, es la única que conserva su ornamentación morisca que se encuentra cerrada al público para evitar su deterioro aunque se puede ver a través de un ventanal. La Torre de las Tres Coronas u Ochavada, cuyos pasillos externos son muy reducidos y a los que solo podían, y pueden, subir los niños. 

    





    En 1512, se perpetró la invasión de Navarra por parte de Castilla y Aragón, comenzando el deterioro del palacio, utilizado esporádicamente por los Virreyes de Navarra. La puntilla para el magnífico edificio llegó en 1813, durante la Guerra de la Independencia, cuando el castillo sufrió un infame incendio que lo devastó todo, incluido mobiliario, la decoración interior y parte de la estructura. El incendio fue provocado por el General Navarro Espoz y Mina para evitar que las tropas napoleónicas lo ocuparan y se hicieran fuertes en él. 





A principios del siglo XX, en 1923 se licitan las obras de reconstrucción y restauración que se iniciaron en 1937. Las obras continúan hoy en día ya que se trata de recuperar la estructura original del edificio, distinguiendo las partes nuevas de las reconstruidas. Por desgracia, la rica decoración interior, se ha perdido para siempre. Lo que más llama la atención son sus torres cónicas de pizarra, pero éstas son fruto de la reconstrucción por lo que desconozco si en origen eran así, aunque lo dudo.



    ¡¡Conoce y vive España!!

  









































































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