Aquí te quiero mostrar los castillos que hemos visitado y lo que nos han parecido.

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29 marzo, 2024

Castillo de Cornago (La Rioja) ⭐⭐⭐⭐☆

    También llamado Castillo de los Luna. Llegamos un sábado bastante tarde, y además de verlo por fuera, pudimos entrar dentro a verlo. Se encuentra rehabilitado y, creo que bien rehabilitado aunque, hay partes reconstruidas, que no desentonan en absoluto. Nos ha gustado mucho, sobre todo nos ha llamado la atención una gran piedra en medio del castillo en la que se pueden ver huellas de dinosaurios. Al principio no las veíamos, pero luego pudimos verlas en ese y en muchos otros espacios de la zona riojana y navarra. Se hacen visitas guiadas los domingos a las 12h, aunque hay que hacer reserva previa al número 678 839 294 de lunes a jueves que es cuando se puede llamar. El precio de las visitas es muy asequible, dicho sea de paso.





    El castillo de Cornago, se asienta sobre un cerro que domina la zona. Es una fortaleza espectacular, de planta rectangular y con cuatro torres en sus ángulos. Fabricado con piezas de sillería de caliza gris. El origen de la fortaleza es del siglo XIII, aunque hay vestigios de una fortaleza anterior como algunos paredones de peor fábrica que prevalecen todavía. En una zona propiamente estratégica, en tiempos de frontera entre moros y cristianos y posteriormente al estar en medio de los reinos cristianos de Castilla, Aragón y Navarra. Posee dos muros, uno que se extiende mas allá de la iglesia que pudo ser la antigua albacar, la zona en la que guarecerse la población en caso de guerra. 





    Hay cuatro torres que lideran la defensa de recinto, cada una es distinta a las otras, siendo tres de ellas circulares y la cuarta, de planta cuadrada. Tan sólo una torre de las circulares conserva las almenas. El monumento está habilitado para poder subir a las torres. La puerta era defendida por las dos torres que la franquean y desde el adarve sobre la misma. En el interior se pueden ver los agujeros que soportaban los pisos superiores que, por desgracia, no han sobrevivido al tiempo. Se puede reconocer donde estaban la cocina, los dormitorios y la bodega o el pozo, dando fe del carácter residencial del recinto. 


 



    El castillo ha estado relacionado con la familia de los Luna entre los siglos XIV y XVI, familia relacionada con la Casa Real de Navarra y que tomó el nombre tras la conquista de la localidad aragonesa de Luna. El primer señor de la villa fue Juan Martínez de Luna, hermano de Benedicto XIII, el Papa Luna, que recibe este castillo por su lealtad a Enrique de Trastámara en la primera Guerra Civil castellana contra su hermanastro Pedro I de Castilla (que fue el vencedor), por su apoyo tras la derrota sufrida en la Batalla de Nájera.





    El Rey castellano Juan II, regaló Cornago a Don Álvaro de Luna, quien fue su valido, y que concedió exenciones de tributos a los que acudieran a repoblar la zona, también consiguió de Juan II la concesión del Fuero de Cornago en 1545. Don Álvaro dejó en herencia el castillo a su hija María de Luna y Pimentel, casada con Íñigo López de Mendoza, III Marqués de Santillana entre otros títulos, quienes se lo transmitieron a sus hijos que, ante las deudas, se vieron obligados a empeñar el castillo y otras posesiones al Conde de Aguilar, aunque siguieron residiendo en el recinto hasta su abandono en el siglo XVII.




 

    Desde el siglo XIX y hasta finales del siglo XX, el castillo prestó sus servicios a la población como cementerio, fecha en que se iniciaron las obras de limpieza y rehabilitación del recinto como atracción turística. Existe la leyenda de que el recinto tenía un pasadizo secreto. Otra leyenda dice que estando dos novios paseando por la zona del castillo, la chica se cayó, no pudiendo el novio hacer nada por ella. El día del sepelio, el chico fue encontrado muerto en el mismo lugar. ¿Qué sería de los castillos sin sus leyendas? 


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