El Castillo de Castrojeriz se encuentra en lo alto de un cerro, a 900m de altitud, al lado de la localidad del mismo nombre. El carril no estaba demasiado bueno, pero al menos nos dejó bastante cerca del recinto. Se encuentra medio en ruinas, ha recibido alguna restauración que lo ha consolidado, puesto escaleras y barandillas, que dan la posibilidad de poder entrar y subir a las zonas altas del castillo desde donde admirar el paisaje. El monumento medieval tiene una bonita planta y se ve desde bastante lejos al estar en alto.
Eso si, la visita es gratuita y también cuenta con paneles informativos que además se encuentran en buen estado, por lo que puede adquirir información de lo que estás viendo. Su forma es irregular, adaptado al terreno y por las distintas ampliaciones que vivió. Lo rodeada una muralla barbacana de la que queda bien poco, tan solo se salvó un cubo al norte, quedan los cimientos de la barbacana y poco mas. Todo el conjunto estaba rodeado de un foso que lo separaba de la meseta. En el centro, el patio de armas, también irregular y del que ha desaparecido la parte norte, se encuentra en un nivel inferior al castillo.
La entrada era por el sur pero se halla muy en ruinas. La parte que conserva altos muros es al sur oeste a donde se puede subir por una escalera metálica que han habilitado. Se entra desde el patio de armas a través de un arco ojival por unas pasarelas que continúan por la escalera. Las cubiertas están desaparecidas, aunque se pueden reconocer los arranques de las bóvedas en las paredes que quedan. Al sur oeste, se completa la muralla con un cubo. Los muros que rodean el castillo pueden llegar a los 3m de anchura.
Los materiales utilizados son muy diversos, desde los sillares, hasta la mampostería mezclada con cal y barro. El origen militar del cerro se inicia con un castro celtibérico. Posteriormente los romanos también se asentaron aquí mientras César Augusto batallaba con los asturianos y cántabros, y al parecer, fundó el castro en el cerro. El castro romano, pudo repeler numerosos intentos de conquista de tropas visigodas, celtas, árabes y cristianos. Estuvo largamente expuesto a los enfrentamientos e intentos de conquista de las fuerzas musulmanas. Se conoce por escritos que Nuño Núñez restauró una fortaleza existente en 882, destruida por las tropas árabes. y poco después fue anexionado al condado castellano.
En el siglo IX, era un baluarte defensivo en tiempos en los que la frontera con los árabes estaba cerca. Lo que podemos ver es de los siglos XIV y XV excepto el torreón que es de época anterior. La historia del castillo medieval tiene un protagonismo especial en las luchas civiles entre Alfonso I el Batallador y Doña Urraca, tras cuya muerte fue sitiando y rendido por las huestes de Alfonso VII. Posteriormente los señores Lara y Castro dominan el castillo haciéndolo base de su poder político e influencia.
Aquí estuvo encarcelada Leonor de Castilla, reina de Aragón, luego asesinada por su sobrino Pedro I de Castilla en 1358. En 1755 es cuando se inicia la ruina del edificio al sufrir graves daños por el terremoto de Lisboa. El monumento se encuentra muy cerca de la ruta jacobea y de una de calzada romana importante. En 1774, después de los derrumbes provocados por el terremoto, el Concejo de Castrojeriz comunica al intendente de Burgos que el castillo es inhabitable sobre todo por el expolio de los vecinos de recuperar materiales del castillo para otras construcciones.
Durante la guerra de Independencia, el guerrillero Padilla, lo incendia para evitar que las tropas napoleónicas lo ocupen. En 1992 se acometen las primeras obras para evitar la progresiva ruina y en 2012 se acomete una segunda rehabilitación del recinto burgalés.
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