Aquí te quiero mostrar los castillos que hemos visitado y lo que nos han parecido.

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22 enero, 2024

Castillo de Chenonceau (Francia) ⭐⭐⭐⭐⭐

     Llegamos a ver este castillo después de comer. Como hacía calor, decidimos ver el castillo primero por dentro ya que los gruesos muros hacían que en el interior hiciera menos calor. El castillo tiene mas pinta de castillo que otros que hemos visto en la zona, aunque no deja de ser un palacio con unos grandes salones preparados para grandes eventos. Se encuentra construido sobre el Río Le Cher y dispone de unos arcos para que primero, pase el agua, y segundo, para que también puedan pasar pequeñas embarcaciones.







     El interior se encuentra amueblado de época y nos muestra unos grandes ventanales, balcones ricamente adornados, una capilla o iglesia con maravillosas vidrieras, chimeneas de mármol, grandes tapices adornando las amplias paredes, escaleras igualmente de mármol, etc. Los jardines son muy grandes, justo al lado del río y como es habitual, de estilo "a la francesa" en donde uno de sus elementos es un laberinto de setos. Las vistas del castillo con los enormes arcos encima del río son una inmejorable estampa del monumento.







      También denominado Castillo de la Damas, es un monumento del siglo XVI. Es el castillo en manos privadas que mas visitas recibe de Francia. En este lugar existía una residencia feudal desde el siglo XIII al XV y, en 1411 una orden real obligó a la familia Marques a destruirla al haber participado en actividades en contra del rey. Es en 1432 cuando se inician las obras para la construcción de un castillo y un molino fortificado sobre las ruinas de la anterior residencia. Posteriormente, a principios del siglo XVI se construye el monumento que nos ocupa sobre las ruinas del anterior castillo y el molino. Tan solo se salvó de la construcción anterior la torre del homenaje que fue adaptada al estilo renacentista. 







    Las obras son ordenadas por el nuevo dueño del recinto, Thomas Bohier, secretario de la hacienda del Rey Francisco I, aunque quien realmente se encuentra al pie del cañón para la realización de las obras fue su esposa, Katherine Briçonnet. Tras el fallecimiento de Bohier, se descubrieron numerosas malversaciones de fondos, lo cual hizo que Francisco I le impusiese a los herederos una fuerte multa, amén de la recuperación por parte de la corona del feudo, incluido el nuevo castillo. Poco después fue regalado por Enrique II a su "favorita" Diana de Poitiers, duquesa de Valentinos, la cual encargó la construcción de los fastuosos jardines que conservan su nombre, también encargó que se construyese el puente previsto para unir las dos orilla del río para construir otros jardines en el otro margen. Consiguió que el Rey Francisco I se trasladase junto a su numerosa corte al castillo de Chenoceau. 







    Tras el fallecimiento prematuro del rey Enrique II, la reina regente, Catalina de Médicis, viuda de Enrique II, obligó a Diana a devolver el castillo a la corona a "cambio" de otro castillo cercano, el de Chaumont-sur-Loire. Catalina, fue la que hizo construir sobre el puente la magnífica galería que hoy es la seña de identidad de este castillo. En 1650 del rey Luís XIV visitó el castillo y una de sus salas recibió el nombre de Salón de Luís XIV. Históricamente, este castillo ha quedado marcado por muchas de sus propietarias, que son las que han forjado con sus reformas el actual monumento. Claude Dupin, un potente financiero adquirió el castillo en 1733 y su esposa, Louise recibió en su sala de recepciones a los mismísimos Voltaire, Fontenelle, Montesquieu, Rousseau, etc.  







    Durante la Primera Guerra Mundial el castillo se convirtió en un hospital militar en donde se atendieron mas de 2.200 soldados heridos en combate. Durante la Segunda, el castillo se encontraba dividido entre la zona alemana y la zona libre controlada por el Gobierno de Vichy, en 1944 recibió el impacto de una bomba que destruyó la vitrina original, siendo sustituida durante la posguerra. Los jardines, los dos a la francesa, uno al este, el de Diane y el otro al oeste, el de Katherine. Al norte del castillo, antes de la entrada, podemos disfrutar del laberinto que se encuentra a unos 100m del palacio. En definitiva, un gran castillo o palacio que seguro que disfrutarás con su visita. 



































 

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