Es un castillo que nos ha gustado mucho, la visita fue en octubre de 2019 y se encontraba en obras de rehabilitación. Lo vimos por fuera y, como estaba la puerta abierta nos "colamos" hasta el patio de armas. Volvimos en septiembre de 2022 y las obras estaban terminadas, al menos la mayor parte.
El castillo se remonta a la época islámica de al-Ándalus, aunque la mayor parte de lo que se puede ver es de la reconstrucción de los siglo XIII y XIV.
Durante el siglo IX estuvo en poder de Omar Ibn Hatsún en rebeldía contra el Emirato de Córdoba hasta que volvió a dominio cordobés.
Fue en 1341 cuando el Rey Alfonso XI lo reconquistó definitivamente para la corona castellana. En 1370, Enrique II lo entrega a Gonzalo Fernández de Córdoba como I Señor de Aguilar y Priego.
En 1502 Los Reyes Católicos nombran Marqués de Priego a Pedro Fernández de Córdoba que se instalará en la fortaleza que en el terremoto de Lisboa de 1755 sufrió graves daños.
En 1946 el castillo es comprado y convertido en silo para el grano hasta 1971 cuando lo recuperó la familia y en 1996 es donado al consistorio.
Desde 2010 hasta 2021 han sido acometidas distintas fases de restauración, siendo premiada ésta por la Asociación de Amigos de los Castillos como una obra modélica y ejemplar.
Consta de un recinto amurallado con cinco torres cuadrangulares y una cilíndrica y dos aljibes rectangulares.
La puerta principal estaba adornada con el emblema de la Casa Aguilar, pero cuando fue vendido el castillo en 1946, se lo llevaron a la residencia familiar.
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