Es uno de los mejores castillos que hemos visto, bien conservado y rehabilitado con un montón de historias a cuestas. Perteneció a la Orden de Calatrava. Su origen parece que se encuentra sobre el siglo XIII con importantes reformas en los siglos posteriores. Se encuentra justo en el centro del pueblo, y ocupa una gran extensión. Es de planta pentagonal y sobresalen sus dos torres del homenaje, la de Santa María y la de San Miguel con entrada por el primer piso y que se encuentra desmochada.
La torre de Santa María cuenta en su interior con la capilla de estilo gótico, mandada construir por Juan Pacheco, contaba en su cima, con una espadaña que sirvió durante la guerra civil de 1936 para avisar a la población de ataques de la aviación. Debido a su precariedad fue demolida (en una de las fotos de mas abajo, en blanco y negro, se puede ver).
Las murallas son transitables y proporcionan unas bonitas vistas. El castillo ha tenido variados usos, desde secadero de tabaco, bodega, cine, etc.
El palacete se encuentra justo en el centro del recinto, rodeado del patio de armas y a su vez por las recias murallas de mampostería y mezcla de cal, con torreones redondos o cuadrados a lo largo de las mismas y en sus esquinas. En el interior del palacete se encuentra el museo con motivos calatravos, mobiliario y algunas espadas.
Lopera ha sido asentamiento romano y visigodo hasta que fue conquistada por los árabes en el siglo VIII. Durante los siglos IX o X, la población árabe se trasladó al actual asentamiento cerca del Río Salado en donde se formó una Alquería que en los siglos posteriores se fortificó para hacer frente a los ataques castellanos.
Conquistada en el siglo XIII por Fernando III, fue cedido a la Orden de Calatrava que construyeron el actual castillo que ha perdurado hasta nuestros días.
En el siglo XV el castillo se vio envuelto en la guerra civil entre Enrique IV y los nobles castellanos comandados por el Marqués de Villena Juan Pacheco y su hermano el Maestre de la Orden de Calatrava Pedro Girón. En dicha guerra fue conquistado y saqueado por Beltrán de las Cuevas, consejero del rey y el condestable Miguel Lucas de Iranzo que saquearon el pueblo por su fidelidad al bando rebelde.
Cuenta la leyenda que el pueblo, ante el inminente saqueo, escondió un tesoro en las inmediaciones del castillo que nunca fue encontrado aunque se hicieron excavaciones para dar con su localización.
Durante la guerra civil de 1936 el castillo sufrió importantes daños por una voladura accidental.
Desde el propio castillo se accede a la Casa de la Tercia, que se encuentra una parte debajo del mismo y que continua hacia fuera. Esta "casa" formaba parte de la bodega y en su primera planta se encuentra el museo del escultor y pintor local Pedro Monje.
¡Conoce y vive España!
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