Éste castillo se encuentra en la población ciudadrealeña de Piedrabuena. Es un castillo que se encuentra rehabilitado pero que vuelve a estar abandonado. Lo bueno que tiene es el acceso, con un camino de piedra bastante bueno y que está abierto y se puede visitar por dentro libremente. A nosotros nos gustó mucho ya que no está demasiado falseado con reconstrucciones contemporáneas, que muchas veces convierten éstos monumentos en otra cosa.
El castillo, menos visitas guiadas o cartelería, lo tiene todo, está muy bien conservado, tiene bonitas vistas y algunas dependencias a las que sólo le falta la techumbre. Eso sí, no pudimos subir al adarve al no encontrarse habilitado para ello. Estamos ante una fortaleza de origen islámico de los siglos IX-X, de época del Califato Omeya, construido en diversas fases hasta el siglo XV con zonas de tapial y mampostería. El castillo viene nombrado en la bula papal de Gregorio VIII incluido en la lista de posesiones de la Orden de Calatrava como Castillo de Piedrabuena.
El Castillo de Miraflores o de Piedrabuena, se incorporó a Castilla a mediados del siglo XII y fue una de las pocas fortaleza que no volvió a manos islámicas tras la derrota de Alarcos en 1195. Eso sí, los almohades acabaron conquistándolo en 1196 al asalto. y lo conservaron hasta 1212. Durante el asalto almohade, el castillo sufrió serios daños, por lo que en los siguientes años, fue reconstruido. Como decía, el castillo pasó a manos cristianas en 1212, cuando fue reconquistado en el marco de la Batalla de las Navas de Tolosa.
El castillo tuvo un segundo intento de repoblación, pero al final la Orden de Calatrava puso sus ojos en el valle, en donde se encuentra la población actualmente y allí construyó un nuevo castillo, el de Mortara, del que actualmente sólo quedan restos y es utilizado como coso taurino. En esta nuevo castillo, la Orden instaló la sede y sirvió como aposento al comendador de la villa.
El Castillo de Miraflores es una pequeña fortaleza cuyo baluarte es una torre prismática. El cerramiento exterior, de unos 160m de perímetro, parece construido entero en la misma época. Quedan algunos restos del adarve en la puerta de entrada y no conserva las almenas ni el foso. En el interior destaca un gran aljibe con bóveda de gótica de ladrillo, una pequeña habitación, dos dependencias gemelas, una gran nave de dos alturas. La torre tiene unos 17m desde el actual suelo, construida con sillares de piedra volcánica en las esquinas y contaba con cuatro niveles. El castillo disfrutó de una restauración en 2013.
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