Para poder subir a ver este castillo, pasamos una gran odisea, ya que no hay camino, o si lo hay no lo encontramos señalizado, de hecho, a la bajada intenté bajar por un camino a ninguna parte y al final tuve que atravesar por en medio del campo estando en algunos momentos casi perdido. Al final, llegué a buen puerto no sin dificultades y con un poco de suerte. De hecho es propiedad particular y el acceso está prohibido sin permiso.
Este castillo se encuentra en la localidad de Corral de Calatrava, que pertenece al municipio ciudadrealeño de Caracuel de Calatrava. Data del siglo IX aunque reformado en los siglo XII y XIII. Del mismo quedan algunas ruinas interesantes y que, a nosotros, particularmente nos gustaron mucho. Ya sabéis que nos gustan mucho éste tipo de fortalezas, como si dijéramos, vírgenes. Por causa de las enormes dificultades del terreno para poder subir, no aconsejamos a nadie que suba, aunque el castillo sea interesante de ver.
La fortaleza es original del siglo IX de fábrica musulmana, fue reutilizada y transformada por los Caballeros de la Orden de Calatrava en los siglos XII y XIII. Cuenta la leyenda que en este castillo vivía una reina árabe llamada Clara. Debido al semblante cruel de la tal reina Clara, el castillo fue apodado Caracruel, derivando en Caracuel. En 1085 con la caída de Toledo, el castillo pasó a Alfonso VI, aunque debió ser por poco tiempo, ya que la fortaleza formó parte de la dote de la mora Zaida en 1091. Fue conquistado y reconquistado por moros y cristianos en diferentes ocasiones hasta que pasó dominio cristiano tras la Batalla de las Navas de Tolosa.
Fortaleza muy apreciada por ambos contendientes al encontrarse en el cruce de caminos de Toledo a Córdoba y de Extremadura al Levante español. En 1170 los calatravos fundaron en este castillo una de las encomiendas más antiguas de sus territorios, retomada ésta tras la conquista definitiva en 1212. Lo más destacable de este monumento, aparte de las hermosas vistas, es la torre del homenaje, que forra a una almohade y realizada en tapial de hasta cuatro alturas y de planta pentagonal. Igualmente se conservan algunos restos de murallas y dependencias. El castillo se encuentra totalmente abandonado, a meced de los elementos y sometido a un lento y progresivo deterioro que han ocasionado el hundimiento de algunas estructuras.
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