Un gran castillo, en una gran ubicación, supergrande y con el mayor foso visto nunca. Pero, que le falta lo más importante, que estuviera abierto al público y que tuviera visitas guiadas al interior del monumento de manera independiente, tan sólo es posible con una visita guiada por la ciudad que acaba en el recinto medieval tras dos horas y media de recorrido. El edificio también es llamado Castillo de Chinchilla de Montearagón, que es el nombre oficial de la localidad albaceteña que lo acoge. Desde ésta ubicación, el cerro de San Blas, tenemos unas vistas maravillosas de todo el entorno.
Siendo éste uno de los puntos más estratégicos de España, Chinchilla de Montearagón fue una de las ciudades más pobladas en el medievo español. El origen del conjunto, es muy antiguo, sobre los cimientos romanos se han encontrado restos de murallas godas, árabes y cristianas. La reconstrucción que podemos disfrutar en estos momentos, fue ordenada por el infante don Juan Manuel, príncipe de Villena. Ya en el siglo XV, Juan Pacheco, I marqués de Villena, lo restaura y tras la contienda mantenida por el marquesado contra la reina Isabel la Católica, pasa a la Corona en 1479. El monumento se puede catalogar como un enorme castillo de estilo gótico renacentista. En su interior podemos encontrar el patio de armas, que acogía en el centro la torre del homenaje, hoy desaparecida, y los restos de aljibes, caballerizas, un horno de pan, etc.
Durante casi tres siglos, desde el XVII al XX, esta fortaleza fue utilizada como prisión, dando "cobijo" a ilustres como César Borgia, tras ser acusado de la muerte de su hermano el duque de Gandía. Igualmente sirvió de cuartel durante la Guerra de Sucesión española y también para las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia española. Su construcción es en mampuesto y reforzado con sillares en las zonas más representativas. Éste castillo cuenta con iluminación led que puede cambiar de color para conmemorar cualquier acontecimiento.
¡¡Conoce y vive España!!
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