La valoración tan pobre es por tan solo el castillo, ya que el resto de la villa tiene muchas cosas que ver y disfrutar al ser una población con mucha historia y muchos monumentos. La alcazaba es ahora el cementerio de la población y, realmente no entiendo como no se puede acceder al interior como ocurre en otros muchos castillos convertidos en cementerios a lo largo de nuestra geografía.
Aparte del castillo o alcazaba, la población tiene mucho que ofrecer, empezando por un arco romano del siglo I, y es el único de tres arcadas que se conserva en España. Era una puerta monumental de la calzada romana que conectaba la Meseta Central con el Valle del Ebro. De estilo clasicista representando el poder del Imperio Romano en la Península. Además de su valor histórico, buen estado de conservación atestiguan la importancia de la villa en época romana.
Formando parte de la antigua muralla romana, tenemos el Arco Árabe que era una de las cuatro puertas de entrada a la villa. Aunque su origen era romano, fue reconstruida en época árabe pasando de un arco romano a uno gótico mudéjar. Ahora es un punto de asueto de la población con un parquecito muy cuidado que en verano hace las delicias de los visitantes al estar muy fresquito. Otro punto importante de la población es la Colegiata de la Asunción de Nuestra Señora, Bonita por fuera, pero que por dentro tiene poco que ofrecer a pesar de cobrar una entrada hasta hace poco. Ahora, en febrero de 2025, pone que está cerrada temporalmente.
Quizás la pieza más singular puede ser el mosaico romano, que perteneció a una casa del siglo I o II. Ahora se encuentra en una cota más baja de la Plaza de San Pedro. Se han dispuesto unas escaleras para bajar al mismo, para poder apreciarlo mejor, aunque no se puede pisar claro. También cuenta con una tejado de cristal que está muy deteriorado y el lugar normalmente está también bastante sucio. Aún así, es un mosaico muy bonito y bien conservado.
Otro punto emblemático es el Palacio Ducal de Medinaceli, sito en la Plaza Mayor, ya en sí misma, una joya. Cuesta 5€ la entrada al palacio, calificada por muchos visitantes como excesiva, yo no entré porque había algún evento y estaba restringida la entrada. El palacio es del siglo XVII y tiene ciertas similitudes con el Palacio Ducal de Lerma. De estilo renacentista, muestra los escudos del ducado en la fachada. Fue abandonado en el siglo XIX, llegando hasta casi su ruina total. Fue rehabilitado a partir de 1990 y en 2008 se inauguró como museo. La población tiene muchos más tesoros en forma de palacios, casas señoriales, conventos, iglesias, etc, haciendo un conjunto monumental como pocos en el país.
El nombre árabe de la población indica la importancia que tuvo para los musulmanes que incluso la defendieron tras la caída de Toledo a manos cristianas. En ésta población, el 9 de agosto de 1002, falleció Almanzor, el conquistador de Santiago de Compostela y fundador de Medina Alzahira, similar y rival de Medina Azahara, de la que apenas quedan restos.
El castillo fue reconstruido sobre la antigua alcazaba musulmana, de que sólo se conservan las caballerizas subterráneas. Fue construido en sillería, de planta cuadrada con torreones circulares en tres de sus esquinas, reservándose la cuarta para la torre del homenaje, de planta rectangular, desmochada en la actualidad. Los muros del edificio son ciegos, tan solo se abre la puerta de entrada con grandes y vistosas dovelas.
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