Castillo de Cullera (Valencia) ⭐⭐⭐⭐☆

    Un gran castillo este de Cullera. Se encuentra rehabilitado, se puede subir en coche hasta casi arriba del todo, donde hay un mirador con aparcamiento y unas vistas increíbles. Incluso, para subir desde el mirador hasta las puertas del castillo hay un ascensor panorámico que creo recordar que era gratuito. Una vez dentro del castillo se pueden visitar todos sus recovecos en los que hay mucha información en forma de videos, tanto de la historia del castillo como de la construcción del mismo. 

    El monumento se encuentra situado en la cota más alta de la montaña de los Zorros y desde aquí se controlaba tanto el litoral como la desembocadura del Río Júcar. La fortaleza se construyó en el siglo X, en época califal y a comienzos del siguiente siglo, pasó a formar parte de las defensas de la Taifa de Valencia. Según el Cantar del Mío Cid, este castillo fue saqueado por el caballero castellano en su campaña de desgaste para debilitar Valencia tras la Batalla de Sagunto. Tras la conquista de Valencia, el rey almorávide Yussuf cruzó el Estrecho de Gibraltar para recuperar la ciudad. El Cid lo derrotó y el rey acabó refugiándose en Cullera. 

    En 1239 pasó a manos cristianas al conquistarlo Jaime I de Aragón. Durante la Guerra de los Dos Pedros, Cullera fue tomado por los castellanos y recuperado por los aragoneses. Durante el siglo XVI, este castillo fue pieza clave en la defensa de la costa ante los ataques de piratas berberiscos. La fortaleza de Cullera, volvió a tener importancia militar durante la Guerra de la Independencia a principios del siglo XIX y posteriormente en las Guerras Carlistas, cuando se modificó la Torre Mayor que, para construir una plataforma para fusileros destruyeron una estancia abovedada. 

    A finales de siglo, se destruyó el albacar viejo para construir el Santuario de Nuestra Señora del Castillo. Hace poco se ha restaurado, concluyendo las obras con la musealización de la Torre Mayor. Hacia el siglo XIV, constaba de un primer recinto amurallado, el viejo albacar, en cuyo interior se encontraba el castillo, que contaba con torreones de franqueo y una torre principal de 10m de altura. El albacar nuevo se encontraba rodeado de murallas y cinco torres pero en un plano inferior. En el interior de la fortaleza se construyó entre los siglo XV y XVI una capilla gótica que hoy alberga el Museo Arqueológico municipal. 

    El patio de armas, llamado el Patio de los Aljibes, es desde donde se articulan el resto de dependencias y es donde se ubican los aljibes. En un antiguo edificio islámico, que muestra un precioso arco de herradura es donde se encontraba la sala de armas. Desde esta sala se accede a las torres más antiguas del castillo. Pero el elemento más significativo del monumento es la Torre Mayor, de planta cuadrada de 15m de altura, posee reformas de todas las épocas y posiblemente original de los siglos IX y X.

    La leyenda dice que Jaime I de Aragón no pudo conquistarlo en su intento de 1235 debido a que no encontró piedras redondas para usarlas en sus fundíbulos (una especie de lanzapiedras) y otras máquinas de guerra debido a que fuerzas mágicas las escondieron y tuvieron que levantar el asedio. Tras un pacto celestial logró su objetivo en 1239. Una leyenda y un pacto que se vio traducido en la presencia de un ángel con las alas extendidas en le escudo de la ciudad. 

    En la actualidad tan solo quedan algunos vestigios y torreones de las antiguas murallas que rodeaban el castillo. La mayoría fueron desmontadas en el siglo XVIII ante el crecimiento de la ciudad. Estos muros fueron construidos a mediados del siglo XVI como defensa ante los ataques de los piratas berberiscos. En la actualidad tan solo han sobrevivido cinco torres en plena ladera de la montaña, que han sido restaurada y una de ellas es visitable por dentro. 

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