Poco queda del Castillo de Caudete, tan solo un par de lienzos, eso si, bien conservados que delimitan el Parque de los Reyes Católicos. Dentro del recinto que ocupaba el castillo no queda nada, tan solo maleza.
Cuando en 1356 estalló la Guerra de los Dos Pedros, entre Aragón y Castilla, Caudete estaba justo en la frontera de los dos reinos cristianos, siendo esta población una de las que más padeció los rigores de la guerra y quedando el castillo andalusí, prácticamente destruido. La guerra acabó sin un claro vencedor, pero quien sí que ganó fue Enrique II de Castilla, que tras asesinar a su hermano Pedro I, El Cruel, llegó al trono castellano. El nuevo rey, corrió con los gastos de las reparaciones causadas por la contienda, siendo este castillo uno de los edificios reparados, mejor dicho reedificado en el siglo XIV.
En 1422, el último señor de Caudete, le vendió el señorío al rey de Aragón, Alfonso V, perdiendo desde ese momento el carácter señorial del edificio, que se mantuvo como elemento militar de la zona. En 1469, tras la unión matrimonial de los Reyes Católicos, la frontera desaparece y también desaparece la razón militar del castillo, que seguidamente es abandonado. En 1740, el abandonado recinto es reutilizado como cementerio hasta 1870 y tras otro período de abandono en 1905 se acondicionó como jardín parroquial. Finalmente, a partir de mediados del siglo XX, de nuevo quedó abandonado y se empezaron a adosar viviendas a sus muros.
A partir del año 2000, se empezaron a hacer obras de restauración del castillo, restaurándose los dos muros que antes mencioné. Desde entonces, de vez en cuando se hacen excavaciones en el interior del recinto donde se han encontrado los cimientos de las cuatro torres, el paso de ronda, un aljibe y una escalinata. Pero que nada de esto se puede visitar ya que el recinto se encuentra cerrado.
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