Es un castillo al que cuesta un poco subir, para ello hay que atravesar toda la población hasta llegar a las puertas y seguir subiendo hasta llegar al centro de interpretación. El castillo cuenta con paneles informativos y con videos, pero éstos no funcionaban. Cuenta con visitas guiadas tan sólo los viernes previa contratación en la Oficina de Turismo, bien por teléfono o personándose allí, que viendo el castillo como es, se lo merece, ya que está muy bien rehabilitado y es muy completo, incluso cuenta con mobiliario medieval. El castillo muestra la suficiente información de su historia ante cada elemento.
En 1362. el rey de Aragón Pedro IV, el Ceremonioso, se lo entrega al noble Ramón de Vilanova i Lladró, que creó la baronía de Castalla, para que fuese reforzado y pudiera oponer resistencia al empuje de Pedro I de Castilla, durante la Guerra de los dos Pedros. Es esta reforma la que le da al recinto la apariencia actual, y es cuando se construyen el palacio y el patio de armas. La última construcción de la fortaleza fue la Torre Grossa, ya en el siglo XVI, esta vez para prevenir los ataques de los piratas norteafricanos.
Durante la Guerra de Sucesión a principios del siglo XVIII, la comarca se alinea al bando de Felipe V de Borbón y el castillo pasa a ser utilizado como almacén de alimentos y pertrechos militares. Finalizada la guerra, el rey le concede a la villa los títulos de Muy Noble, Fiel y Leal y posteriormente, en 1890, la Reina Regente María Cristina, en nombre de su joven hijo Alfonso XIII, le concedería el título de Ciudad. En 1729 el castillo es heredado por los Marqueses de Dos Aguas que lo conservan hasta principios del siglo XX, que se lo donan a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Castalla, y en 1989 pasa a ser propiedad del ayuntamiento.
El castillo fue conquistado por el general Suchet, que derrota a las tropas españolas al mando del general O'Donell el 21 de julio de 1812 en la nombrada como primera batalla de Castalla. En la misma se pone de manifiesto la superioridad francesa, pese a contar con menos efectivos. El 13 de abril de 1813, se libraría la segunda batalla de Castalla en la que el General Suchet, defendía el castillo frente al general español Francisco Javier Elio, que derrota a los franceses que tuvieron que iniciar un repliegue, no sólo en Castalla, sino en toda la comarca, siendo el inicio del fin de la presencia francesa en tierras valencianas.
El castillo quedó muy dañado y fue abandonado, por lo que los vecinos empezaron a utilizarlo como cantera para recuperar sus piedras y utilizarlas en la construcción de sus casas. El castillo también fue excavado en busca de supuestos tesoros moros, quedan éste en la más absoluta ruina hasta que a principios del siglo XX, empezó a ser restaurado para uso turístico.
El castillo es de forma alargada y consta de tres partes, la Torre Grossa, el Palacio y las murallas. También cuenta con un gran aljibe. El palacio de los siglos XIV y XV, está ubicado en la parte más ancha, es de planta rectangular y dos torres circulares ubicadas en esquinas opuestas. En el patio del palacio es donde se ubica el aljibe. La Torre Grossa, de época posterior, está situada en el centro del recinto, de planta circular y fabricada en tapial. Su acceso cuenta con grandes dovelas y sillería rematadas con restos de molduras góticas en las estancias. La muralla principal fue el último elemento incorporado a la fortaleza y fue fabricada en la segunda mitad del siglo XVI.
Como curiosidad, en 1929 se colocó en la Torre Grossa una escultura de Jesús, de siete metros para que se pudiera contemplar desde todos los pueblos próximos, pero fue destruida durante la Guerra Civil poco después.
¡¡Conoce y vive España!!
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