El castillo está en lo que es el centro de la población valenciana de Buñol. Es una fortaleza cristiana del siglo XI o XII situada entre dos macizos rocosos ocupado anteriormente por los musulmanes. Desde aquí se controlaba la frontera entre los reinos cristianos de Castilla y Valencia. El castillo está dividido en dos por un foso artificial unidos por un puente. La parte norte es pentagonal, de forma irregular y en su centro se sitúa el patio de armas. Era el espacio militar del castillo. Este recinto está fabricado con mortero de cal, reforzado de torreones de mortero de cal y sillería en puertas y bóvedas.
Del Palacio Gótico se conserva la sala Del Oscurito. Contaba con tres plantas y dos de ellas fueron derribadas durante la II República por su estado ruinoso, que era un peligro para la zona del pueblo aledaña a la sala. La Iglesia del Salvador es de una sola nave, cubierta con una bóveda de cañón, fundada en el siglo XVI y reformada de estilo barroco en el XVII. El Palacio Renacentista o de los Mercader, acoge actualmente la Oficina de Turismo y un museo arqueológico y es del siglo XVI. Fue construido como ampliación del Palacio Gótico al que lo unía un puente.
El antiguo castillo musulmán fue conquistado por Jaime I en 1238, aunque la población musulmana permaneció con sus casas y tierras hasta la expulsión. Fue donado a Don Rodrigo de Lizana que se lo entrega a la Orden de San Juan de Jerusalén. Posteriormente, el propio rey Jaime I se lo quita a la Orden para vendérselo a Doña Berenguela Fernández en 1260. Jaime II se lo compra a su heredero para regalárselo a su hijo el infante don Alfonso en 1304. A principios del siglo XV, pasa a manos de la familia Mercader, ciudadanos valencianos ennoblecidos. El castillo siguió pasando de mano en mano, ya que era habitual moneda de cambio entre los nobles y reyes aragoneses.
Finalmente, en 1835, tras un largo pleito de 75 años, el castillo vuelve a la Corona y es utilizado como cuartel durante las Guerras Carlistas. A finales del siglo XIX, es ocupado por la población civil más desfavorecida, constituyendo un barrio más de la población. A principios de los años 60, se crea la asociación de Amigos del Castillo de Buñol, iniciándose un proceso de restauración del monumento. Buñol es conocida mundialmente por la celebración de su fiesta La Tomatina de Buñol. Una fiesta que se celebra en agosto y que desde 1945, a pesar de la reticencia inicial del ayuntamiento, se celebra en la plaza principal de la población valenciana. La fiesta consiste en tirarse tomates maduros unos a otros durante un tiempo determinado. Para ello se utilizan camiones enteros llenos de tomates.
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