El nombre oficial de este monumento es Castillo de los Vélez, situado en un risco a las afueras de la ciudad murciana de Mula. Nosotros estuvimos para verlo en febrero de 2024 y estaba cerrado. Al parecer estaba el ayuntamiento hablando con los propietarios para hacerse con la propiedad. Todo esto propiciado por la ciudadanía de Mula, que en 2015, harta de ver como el monumento más icónico de la ciudad se estaba deteriorando a pasos agigantados, instó al ayuntamiento a comprarlo. La culminación llegó el día 7 de marzo de 2024, el ayuntamiento se hace con el 33% que le faltaba, para ser propietario de la totalidad del mismo, a cambio de 321.000€. Se espera que próximamente empiecen las obras de restauración que culminarán con la apertura del monumento para alegría de todos los muleños.
Originalmente ya existía un castillo islámico desde el siglo XII como mínimo. Incluso Alfonso X en sus escritos alababa el alcázar por su fortaleza. Algunos lienzos del castillo primigenio, aún existen en el actual. El castillo fue construido a comienzos del siglo XVI por el Marqués de los Vélez para someter a la población de Mula. Pedro Fajardo y Chacón, adelantado del Reino de Murcia y Marqués de los Vélez, es humillado en 1520 cuando los musleños se alzan y le hacen jurar los privilegios que Fernando III le concedió a la villa tras su conquista en 1244. La reacción de don Pedro fue construir el castillo como diciendo "¡aquí mando yo!".
La construcción del castillo tuvo que sortear dos grandes obstáculos: la existencia del anterior y la negativa de los Reyes Católicos y posteriormente de Carlos I de construir nuevas fortalezas. El Marqués puso una falsa lápida romana en la torre del homenaje, lo que permitió su construcción. En ningún momento los romanos estuvieron aquí, ya que el castillo era islámico. El marqués también poseía los castillos de Vélez Blanco y Cuevas de Almanzora en Almería. La arquitectura del castillo es renacentista, de formas simples y defensivo. Una de las dos entradas es a través de la parte alta y torreones del antiguo castillo musulmán y un puente levadizo.
Está formado por cuatro elementos: la torre del homenaje, una nave central con bóveda de cañón, un adosado a la nave y el aljibe. El puente levadizo que daba acceso a la torre ha sido sustituido por uno fijo. La torre, por tanto era el último reducto defensivo del castillo ya que también contaba con un aljibe. Aunque el castillo no tiene grandes adornos, si que muestra los escudos de las familias Fajardo y de los Silva.
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