Castillo de Torija (Guadalajara) ⭐⭐⭐⭐⭐

     A pesar de que está demasiado arreglado, es  un castillo impresionante, sobre todo por la altura de su gran torre del homenaje. Las salas del centro de interpretación están dedicadas al turismo de la provincia, haciendo hincapié en monumentos, flora, fauna, fiestas populares, curiosidades y como no a Camilo José Cela, premio Nóbel de Literatura y premio Príncipe de Asturias, y a su libro Viaje a la Alcarria, comarca natural castellana que se sitúa entre Guadalajara, la mayor parte, Madrid y Cuenca y a la que pertenece Torija. Es probablemente el único museo dedicado exclusivamente a un libro. El centro de interpretación es como una gran oficina de turismo de la comarca alcarreña, la entrada es gratuita pero hay que sacarla por internet. Hace poco se le ha dado un espacio del recinto a la figura del Cid Campeador y otro al Geoparque  de la Comarca del Molina-Alto Tajo.

    Torija, en las inmediaciones de la autovía del nordeste, ha sido desde tiempos inmemoriales un lugar de paso y, dada la elevación de este punto en concreto, la localidad ha sido considerada desde siempre la Puerta de la Alcarria. El etimología de su nombre podría provenir de Turris, torre en latín y el diminutivo ja, Turrija, que sería como torre pequeña en tiempos de Roma. La villa fue conquistada a los musulmanes en el siglo XI. El castillo de Torija sería fabricado con piedra de caliza por la Orden de los Templarios en el siglo XII. Durante el siglo XIV fue propiedad de Alonso Fernández Coronel, que fue degollado en presencia del rey Pedro I, el Cruel, al tomar partido por Enrique de Trastámara, aspirante al trono. 

    Posteriormente perteneció al cardenal Pedro González de Mendoza. Fue conquistado por los navarros al mando de Juan de Puelles en el siglo XV, que desde aquí realizaban continuos saqueos, llegando hasta Sigüenza. Lo reconquistó para Castilla el marqués de Santillana quedando desde entonces en manos de la familia Mendoza, los Suárez de Figueroa y Mendoza, condes de Coruña y vizcondes de Torija.

     Los Mendoza reconstruyeron la antigua fortaleza del siglo XII, a la moda del siglo XV de la Escuela de Valladolid, estilo arquitectónico proveniente de los arreglos de los castillos de Portillo y el de la Mota en tiempos de Enrique IV de Castilla. Su singular belleza destaca sobremanera sobre otras construcciones militares del medievo. Nos permite conocer como era una fortaleza anterior al uso de la artillería ya que sus muros no son muy gruesos. Sus altas murallas fueron diseñadas para dificultar la escala de asaltantes. La torre del homenaje, es el último bastión, independiente del resto

    Durante la Guerra de la independencia, sería tomado por las tropas napoleónicas al mando del general Hugo, padre del novelista Víctor Hugo, y más tarde por Juan Martín, el Empecinado que lo voló dejándolo en ruinas para que los franceses no lo volvieran a ocupar. Durante la Guerra Civil de 1936 también sufrió grandes infortunios, siendo restaurado en los años 60 por la Dirección General de Bellas Artes y posteriormente por la Diputación de Guadalajara. En este castillo estuvieron alojados Carlos I y Felipe II.

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