Un castillo del que queda bien poco pero, no por ello es menos importante en la historia de Castilla. Tiene fácil acceso por un carril que, cuando estuvimos, no estaba demasiado mal, llegando hasta la falda del cerro donde se ubica. El día estaba bastante desapacible, con mucha niebla, por lo que la calidad de las fotos es bastante cuestionable, os pido perdón por ello.
La población soriana cuenta con un importante pasado romano como así atestiguan los restos empotrados en los muros de epigrafía romana, funeraria y religiosa en edificaciones medievales. Fue repoblada por el Conde de Castilla en el 912, siendo llamada una de las "Puertas de Castilla" y, en el siglo X, testigo directo de numerosos episodios guerreros con este emplazamiento como objetivo de moros y cristianos, al estar justo en la frontera situada a lo largo del Río Duero.
La fortaleza ocupaba la parte de más altura de la colina, situándose la población a las faldas de la misma y defendida por una muralla que la rodeaba. El recinto amurallado se encuentra ya desaparecido y, del castillo tan solo queda un muro acodado con restos de una puerta, algún trozo de muro menor y un aljibe. Se fabricó mediante dos muros paralelos con sillares, principalmente en las esquinas y cimientos, y piedras de gran tamaño ligadas con argamasa y luego rellenado con piedras calizas, areniscas, tejas, argamasa, etc haciendo un fuerte conglomerado. Aunque los restos que se conservan son bastante escasos, incomprensiblemente, el castillo forma parte de la denominada "Ruta de los Castillos de la Rivera del Duero".
Su emplazamiento domina la población, uno de los puentes que cruzan el río Duero y tiene contacto visual directo con otros castillos y atalayas, como el cercano Castillo de Gormaz. El castillo es de origen musulmán y su planta es alargada y estrecha, adaptándose a la configuración del cerro en el que se encuentra. Durante el siglo X, fue conquistado y reconquistado varias veces por moros y cristianos hasta que a mediados del siglo XI queda en manos cristianas definitivamente. Tras esto, se inicia la repoblación de la zona, y cobra una gran importancia en el reino castellano durante los siglos XII y XIII, siendo sede de la celebración de las primeras Cortes de Castilla en 1187.
El lamentable estado en el que se encuentra el recinto se lo debemos principalmente al expolio que sufrieron sus muros al ser utilizados como cantera para otras construcciones, como se puede observar en una parte del muro, en el que se desmontaron un gran número de sillares, sobre todo los de fácil acceso de sus cimientos.
¡¡Conoce y Vive España!!
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