Llegamos para ver uno de los monumentos medievales por excelencia de toda España. Eso sí, muy masificado a pesar de que era un lunes de febrero. Es un gran monumento pero no recuerdo bien porqué no pudimos hacer la visita guiada, lo cual haría que fuera una actividad mucho más placentera, pero a veces los astros se alinean en contra, y no hay manera. Eso si, a no ser que desees fervientemente subir a la gran torre de Juan II por las vistas del entorno, yo me ahorraría el suplemento y la farragosa subida y bajada. Yo pensaba que no era solo subir y bajar, sino que se podrían ver las numerosas estancias, a juzgar por el tamaño de la torre, de esta parte del monumento segoviano, pero no, tan solo subes, admiras las vistas y bajas por donde subiste.
Bueno, dejando de lado esto, he de decirte que estamos ante un monumento impresionante, muy bonito, con numerosas estancias adornadas de época con, unos artesonados dorados de gran factura. Con razón, con toda la razón del mundo mundial, Disney copió este castillo para una de sus mejores películas, Blancanieves y, por ende para sus parques, siendo la figura de este monumento español el que da la bienvenida a todos los visitantes. Sea por Disney o no, lo cierto es que su figura ha dado la vuelta al mundo como un palacio de cuento de hadas con una mezcla de gustos arquitectónicos e historia embutidos en sus piedras.
Un castillo justo sobre la confluencia de los ríos Eresma y Clamores, que desafía a la misma gravedad y que parece guardar la ciudad y que fue residencia de muchos de los monarcas de la dinastía de los Trastámara. De hecho, sus estancias fueron lugar de reposo del Alfonso X el Sabio, desde aquí salió Isabel la Católica para ser coronada en 1474 y, en su capilla se ofició la misa de velaciones del casamiento entre Felipe II y Ana de Austria en 1570 (que es una misa posterior a la boda en la que los recién casados son cubiertos por un velo, el sobre los hombros y, ella sobre la cabeza, en la que se da testimonio de que los hijos de la pareja serán educados en la fe cristiana).
Aunque el Alcázar de Segovia data del siglo XII, es probable que existiera en este mismo lugar una fortaleza romana, pues se han encontrado sillares de granito análogos a los del Acueducto. Por sus estancias han pasado hasta 22 reyes, además de algunos de los personajes mas destacados de la historia. En su milenaria historia, no ha sido ajeno a intrigas palaciegas, bodas reales y sucesos. Además de castro romano, fue fortaleza, palacio real, custodio del tesoro real, prisión de Estado, Real colegio de Artillería y Archivo General Militar. Fue la primera residencia de los Reyes Castellanos, donde tenían aposentos en el Alcázar conocido como Palacio Mayor.
En la Torre Vieja, la del Homenaje, se custodiaba el tesoro de Castilla, de donde salieron los fondos para financiar el primer viaje de Colón y por ende, el Descubrimiento de América. Aquí se plantó la semilla de lo que luego sería el Archivo General de Simancas en 1437. Entre otros eventos históricos podemos nombrar: La firma de la Concordia de Segovia, con las bases de la formación de nación española; En sus salas, se celebró la última reunión entre Colón y Fernando el Católico, antes de que el almirante falleciera en 1506; En el siglo XVIII, el Alcázar fue el escenario del primer vuelo con fines militares de la historia, en globo, ¡claro! La verdadera historia del monumento empieza en el siglo XII, con distintas remodelaciones como la que llevó a cabo Felipe II, coronando sus torres con pizarra, haciendo que esta silueta sea única entre los castillos de España. Fue descrito como "como la proa de Castilla y solar de su monarquía".
Fue residencia de Alfonso VIII. En 1256 el rey Alfonso X convocó por primera vez las Cortes en el Alcázar y en 1258, el palacio de hundió estando el rey en su interior. Fue durante los reinados de Juan II y de su hijo Enrique IV cuando el edificio vive su mayor esplendor, tanto política como culturalmente. Los Austrias dejaron un poco de lado la utilización del monumento segoviano, pero no obstante fue relevante en la Guerra de las Comunidades y posteriormente en la mencionada boda de Felipe II con Ana de Austria. Su utilización como prisión de Estado también da para unas líneas, siendo comparables sus funciones durante el siglo XVII a las de la Bastilla en Francia o la Torre de Londres en Inglaterra. Moradores ilustres de sus estrechas y frías prisiones fueron, Álvaro de Luna en la realidad y Don Torcuato en la imaginación de Jovellanos en la obra "El Delincuente Horrado" o el general Berenguer, preso por orden del Gobierno Republicano en 1931.
Otro personaje que siguió la misma suerte fue Francisco de Guzmán y Zúñiga, marqués de Ayamonte por su participación en la conspiración del duque de Medina Sidonia en 1644. Otro ilustre, el duque de Guisa, noble francés que fue encerrado en 1648 tras su participación en la insurrección de Sicilia. Un preso italiano, Vincenso Lupati, preso en 1636 por estafar a la Corona prometiendo convertir cualquier metal en oro, ¡pobre hombre! María Mancini, esposa de noble italiano Lorenzo Coloma presa durante unos días en 1680 por abandonar a su marido y negarse a volver con él. ¡En fin, unos cuantos justos moradores y otras pobres personas víctimas de los tiempos!
Otro ilustre acontecimiento, fue el de 1762, cuando Carlos III fundó en Segovia el Real Colegio de Artillería, la mejor y perfecta escuela militar de los artilleros españoles, gracias también al mejor laboratorio de química de Europa, donde se estudiaron las mejores mezclas de pólvora y donde su director, Louis Proust, el químico mejor pagado de la historia, que formuló la Ley de Proporciones Definidas. En 1862, un incendio destruyó las techumbres de las salas nobles que fueron reconstruidas fielmente gracias a unos grabados. En 2014, la celebración del 250 aniversario del Real Colegio de Artillería, fue el último acto oficial del rey Juan Carlos I antes de abdicar.
Uno de las características más llamativas del alcázar es el esgrafiado de su fachada, que son esas piedrecitas negras, incluidas en los cruces de líneas de los motivos geométricos, que de hecho, podremos encontrar en muchos edificios segovianos, y que datan del siglo XIV. Esta técnica no es solo estética, sino que ayudan a la conservación de la decoración absorbiendo la humedad para preservar la disolución de cal de la decoración. Al absorber la humedad, ésta se condensa en gotas que caen, dando origen al dicho de que "esto no es moco de pavo", subrayando la importancia de un elemento que puede parecer insignificante pero que es muy necesario para la integridad de los elementos decorativos del edificio. ¡Ea, ya hemos aprendido algo nuevo!
Uno de los elementos más llamativos del recinto es la Torre de Juan II, construida entre 1440 y 1465, ejemplo de la arquitectura gótico-civil española. Aquí es donde se situaba la prisión de Estado y era un símbolo de la potestad absoluta de la monarquía con el edificio más seguro y protegido del recinto. Se asienta sobre una torre anterior del siglo XII y de la que se conserva una ventana mudéjar de influencia almohade. Sus 80m de altura están rematados con almenas algunas con los escudos de Castilla. 152 escalones en espiral nos separan del suelo al cielo de la regia ciudad de Segovia. Hasta el incendio de 1832, la techumbre también era de pizarra. El antiguo foso seco, ahora se salva a través de un puente de piedra construido por Felipe II y una pasarela de hierro. El foso fue excavado y sus piedras, utilizadas en la construcción. Podría seguir escribiendo indefinidamente sobre la historia, la morfología y las innumerables salas de uno de los edificios más grandes, completos y mejor conservados de nuestra geografía pero, ya sabes...
¡¡Conoce y vive España!!
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