Pocas estrellas para un edificio medieval que se encuentra abandonado, no es visitable y en medio de un sembrado de trigo al que te puedes acercar por un carril pero que para poderlo ver por todos sus lados te tienes que meter en medio de los sembrados. Una pena porque es un edificio muy bonito, aunque con las grietas que muestra, no me extrañaría de verlo en las noticias diciendo que se ha derruido, todo o en parte. Sinceramente, si es particular, pues expropiación y claro, a aplicarse el cuento con éste y con todos los edificios de titularidad pública que se encuentran igual que éste o en peores condiciones en cuanto a ruina.
La localidad pertenece al consistorio de Estépar. El edificio consta de una torre de planta cuadrada y unas murallas barbacanas, salvo en el oeste, que te encuentras la torre directamente. Tan solo la muralla de la parte norte, nos presenta dos cubos en sus esquinas que protegen la entrada al patio que da entrada a la torre. La torre, consta de cuatro plantas y está coronada por una triple hilera de ménsulas que dan cobertura a su matacán almenado. Consta de ventanas de alfiz. La muralla barbacana es de época posterior, del siglo XVI de estilo renacentista.
Construido por Alfonso Carrillo en tiempos del Pedro I en el siglo XIV. Andrés de Ortega de Cerezo se hizo con la titularidad del monumento en el siglo XV y se dispuso a repararlo, aunque no vio terminadas las obras al fallecer y en su testamento daba instrucciones para la finalización de la obra ya "platicada". Fue habitada hasta 1923 cuando un incendio destruyó su interior. No parece visitable.
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