Ha sido el primer castillo que hemos visto en nuestro viaje a Francia cuyo objetivo era el ver el mayor número de castillos del Loira en el menor tiempo posible. La verdad es que no paramos un momento y además tuvimos el handicap de un calor inusual en la zona.
Aunque el castillo no es muy grande, está muy bien ya que en la parte trasera también tiene un parque con incluso una cabaña para que los niños jueguen en un árbol grandísimo ¡una pasada!
Fue de los pocos que vimos por dentro y nos gustó mucho. Sus quince aposentos se encuentran habilitados con mobiliario, cofres, tapices, etc que harán las delicias de los visitantes. Su puente levadizo es de los pocos que aún se accionan manualmente para abrir y cerrar el castillo.
El castillo original es del siglo X, construido sobre un promontorio sobre el valle del Loira. Perteneció a Ricardo Corazón de León que lo amplió. Felipe Augusto lo reconquistó en 1206 y durante la Guerra de los cien años, fue destruido. De esa época se conserva una fachada de la torre principal.
Está considerada como la fortaleza mas antigua construida en piedra de Francia. En 1465 Luís XI de Francia ordena su reconstrucción con su actual estilo gótico flamígero. Apenas ha sufrido modificaciones y se conserva muy bien, siendo un bello ejemplo de fortificaciones francesas del alto medievo, caracterizado por sus altos tejados, su puente levadizo, sus matacanes, su camino de ronda y sus monumentales chimeneas.
La fachada que da al jardín ofrece un aspecto distinto, marcada por su decoración renacentista.
En 1491 se celebra en sus estancias la boda entre Carlos VIII de Francia y Ana de Bretaña de tan solo 14 años. Este hecho marcó el fin de la independencia del Ducado de Bretaña. En su interior se puede disfrutar de una recreación del enlace con maniquíes, luces y sonidos.
Hasta el reinado de Luís XIII perteneció a la corona francesa. Luego ha pertenecido a diferentes familias de la nobleza gala. En 1886 fue adquirido por un hombre de negocios y banquero, Jacques Siegfried que lo restauró y amuebló, donándolo después al Instituto de Francia.
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