Llegamos muy tarde y ya se encontraba cerrado, tan solo pudimos hacer una foto por entre la reja de entrada. A pesar de ello, nos pareció muy bonito. Es visitable, gratuito por fuera y solo pagas si lo ves por dentro. Sus salas se encuentran amuebladas y decoradas al estilo renacentista.
Al estar sobre una especie de lago que hace el río por la parte de detrás se pueden hacer unas fabulosas fotos con el castillo reflejado en el agua (nosotros nos lo perdimos).
Se encuentra en una isla dentro del río, con numerosos puentes para pasar de un lado a otro. Su planta es en forma de "L". Sus jardines son también reseñables.
Lo mandó construir Gilles Berthelot, tesorero de Francisco I reconstruyendo una fortaleza anterior perteneciente a la familia de su esposa que es quien dirigió los trabajos.
El rasgo mas notable del edificio es la novedosa escalera central nunca vista hasta entonces.
El tesorero cayó en desgracia al ser acusado de malversación y tuvo que huir sin que la obra fuese finalizada. La propiedad fue confiscada y entregada por el Rey a uno de sus militares de alto rango.
Siguió cambiando de manos hasta que a principios del siglo XX fue adquirido por el gobierno francés, que lo restauró, amuebló y decoró, poniéndolo en valor con piezas del renacimiento para el disfrute de los visitantes.
Honoré de Balzac, lo llamó "un diamante tallado en facetas, engastado por el Indre" (El río Indre).
(Al no poder hacer muchas fotos, os pongo aquí algunas sacadas de Internet. Si eres propietario de alguna y no quieres que aparezca aquí, házmelo saber para eliminarla).
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