Pertenece a Torre del Campo en Jaén, se encuentra a unos 13km de la población en medio de un cortijo que parece abandonado. El castillo también se encuentra abandonado y en progresiva ruina aunque cuenta con alguna torre y alguna muralla rehabilitada. Es un castillo bonito pero al que para acceder hay que ir por carreteras en no muy buenas condiciones por en medio de olivares. A ver si la Junta se pone las pilas y no deja que esta joya musulmana del siglo XII se siga deteriorando y pasando al olvido de nuestra historia.
El castillo fue reformado por los cristianos tras su conquista y participó activamente en la defensa de la frontera entre moros y cristianos.
También tomó parte en la guerra civil que enfrentó a los nobles castellanos capitaneados por el Marqués de Villena con el Rey Enrique IV.
El castillo todavía hoy, a pesar de su dejación, conserva algunas partes originales. Es de planta rectangular y se encuentra construido en lo alto de una peña que sobresale del terreno. Cuenta con dos alturas, la baja puede haber servido como corraletas para el ganado y la alta la puramente defensiva.
Las tres torres situadas cada una en sus vértices, servían como vigilancia de uno de los caminos que unían Jaén, Martos y Arjona en época musulmana. Formaba parte de una red de fortalezas y torres de vigilancia de la zona, sobre todo a partir de la irrupción de la Orden de Calatrava.
El castillo no se encuentra en una de las alturas de la zona, ya que hay cotas mas altas, sino mas bien guardando las aguas de dos ríos, al estar entre ellos y sobre todo guardando el cultivo de secano muy importante en la zona que en esos momentos eran frontera musulmana.
La Leyenda dice que el castillo, conquistado a mediados del siglo XV por el maestre de la Orden de Calatrava don Pedro Girón, hermano del Marqués de Villena y caudillo del bando rebelde contra el Rey Enrique IV, convino con éste dejar las armas a cambio de su boda con su hermana Isabel (La Católica), cosa que le fue concedida a pesar de la negativa de la futura reina que anteriormente había rechazado al propio Rey Alfonso V de Portugal cuñado de Enrique IV a cambio de fuerzas militares para su lucha contra los nobles de castilla.
Cuando el pretendiente don Pedro inició su viaje hacia Segovia para la boda, pernoctó en el castillo que nos ocupa, con una comitiva de unos 3000 hombres. Durante el camino hacia el castillo, fue escoltado por una nutrida bandada de cigüeñas que al llegar el castillo lo estuvieron sobrevolando en círculos con gran ruido hasta el anochecer, que decidieron abandonar la escolta siguiendo su viaje. Don Pedro preguntó que podría significar aquello tan extraño sin obtener respuesta. A los pocos días, en Villarrubia de los Ojos en Ciudad Real, murió en extrañas circunstancias y, se atribuyó el comportamiento de las cigüeñas como de mal augurio. ¿Sería un posterior arrepentimiento del Rey Enrique IV la causa del óbito?
La historia dice que el fallecimiento podría deberse a una cena envenenada o, según otras fuentes que murió de apendicitis.
Tras el suceso, el castillo cayó en manos del rey y tuvo una gran importancia estratégica en la frontera musulmana con Arjona. En el siglo XVI dejó de tener tanta importancia y la aldea que había en sus inmediaciones se convirtió en cortijada hasta mediados del siglo XX. Hoy en día, el castillo se encuentra rodeado de olivos y el cortijo habitado intermitentemente.
En la zona del castillo, se han encontrado vestigios íberos, romanos y visigodos lo que denota la importancia histórica de la zona, aunque la civilización romana, fue la que tuvo una mayor presencia que ocupó aparte del cerro de San Antón, donde se encuentra el castillo, y la ladera este.
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