Castillo, o mejor dicho alcazaba, que se encuentra encima de un cerro encima del pueblo, es muy grande, de forma alargada y cuando nosotros fuimos el febrero de 2022 no era visitable debido al estado ruinoso en el que se encuentra y que puede entrañar bastante peligro por alguna piedra que pueda caer desde arriba. Lo vimos por fuera y le hicimos fotos, desde lejos y desde lo mas cerca que pudimos.
Cerca del castillo se encuentra el Yacimiento Arqueológico de Recópolis con cuyos materiales se construyó la alcazaba en el siglo IX por el emir cordobés Mohamed I de cuya época se conserva la entrada con arco en forma de herradura.
Aquí se perpetraron muchas rebeliones en contra del califa cordobés.
En el siglo XI, el rey de la Taifa de Toledo Al-Mamún, cedió la alcazaba y toda la zona, hasta Guadalajara al Rey Alfonso VI de Castilla para ayudarle en la guerra al trono frente su hermano Sancho II. Una vez que Alfonso subió al trono, la alcazaba quedó en manos cristianas hasta principios de siglo XII que fue recuperado por los almorávides. Fue catorce años después, cuando los caballeros templarios, conquistaron y mantuvieron a duras penas el castillo para el rey de Castilla del que la Orden de Calatrava obtuvo su cesión convirtiéndolo en su plaza fuerte.
La Orden de Calatrava acometió muchas reformas en el castillo, reforzando sus murallas, construyendo murallas nuevas y la iglesia en su interior.
En el siglo XIV sufrió muchos daños por la guerra civil entre los miembros de la Orden tras varios años de batallas.
En el siglo XVI el castillo fue adquirido por el Príncipe de Éboli que auspiciado por la princesa de Éboli acometió reformas para hacerlo mas habitable. Finalmente lo abandonaron empezando así su decadencia y actual ruina.
El castillo, aparte de las zonas musulmanas, tiene mucho de gótico. Tiene en su interior una cripta visigoda reutilizada como pila bautismal, la Torre del Espolón, reformada para el uso de la artillería, los aljibes, y una torre albarrana del siglo XIV.
Los calatravos, como eran monjes guerreros, dividieron el recinto en dos, una parte militar y otra eclesiástica cuyo centro era la iglesia románica del siglo XIII donde se encuentra la cripta visigoda.
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