Pues vereis, es un castillo que está completamente en ruinas, el camino para llegar no es muy bueno ya que está en medio de ningún sitio, ¡pero! es un castillo que me ha gustado muchísimo. Es muy bonito, con muchos elementos decorativos y militares y que, la verdad, es una lástima que esto esté allí, en ningún sitio, cayéndose a pedazos sin que nadie haga nada por evitarlo.
Popularmente es llamado Castillo de Santiaguillo. Ésta era una aldea que se ha ido despoblando hasta su desaparición, por lo que fue anexionada al municipio de San Clemente. Para llegar allí, hay que hacer varios kilómetros por caminos o carriles, que aunque no están demasiado mal, si es largo, pero merece la pena. Es un conjunto en forma de L, con una muralla almenada con torres en sus cinco esquinas. En medio del patio de armas, se levanta la torre del homenaje de planta rectangular. El monumento es original del siglo XIII y perteneció a la Orden de Santiago. En el siglo XIV pasó a manos del marquesado de Villena y posteriormente en el siglo XV, a los Reyes Católicos.
Aquí, con respecto al marquesado de Villena, hay algo que no me cuadra. Resulta que el I Marqués de Villena fue Juan Pacheco por nombramiento de Juan II el 12 de noviembre de 1445. Pero resulta, que hubo otro marqués de Villena en el siglo XIV, cuando Enrique de Trastámara le concedió el 1366 a don Alfonso de Aragón y Foix el marquesado. Éste castillo estuve en liza entre los nobles y reyes castellanos durante los siglo XIV y XV. Posteriormente, hasta el siglo XIX, cuando se produce la abolición de los señoríos, éste castillo pertenece a una rama de los Pacheco.
Tras las diferentes desamortizaciones, El Castillo de Santiaguillo, se subdivide entre distintos propietarios que cada uno acota lo suyo levantando tapiales, convirtiendo el castillo en casas y dependencias agropecuarias. Por ejemplo, en éstas lides, la torre del homenaje la convierten en palomar. Posteriormente, las sucesiva generaciones siguen incorporando materiales de los nuevos tiempos, como azulejos, ladrillos y convirtiendo el castillo en un almacén de maquinaria de labranza. En el siglo XX, tras su abandono y la desaparición de la aldea, el castillo es reconvertido en una casa de labor.
Aún así, el castillo sigue conservando la mayor parte de su fábrica exterior, aunque en los últimos años ha sufrido derrumbes, expolio y vandalismo. Aunque el territorio pertenece al ayuntamiento de San Clemente, la propiedad del monumento actualmente, es del ayuntamiento de el Provencio al que la mayoría de propietarios se lo han donado para que sea recuperado como Patrimonio Histórico. El ayuntamiento, tras hacerse con la propiedad del la torre del homenaje en 2022, ahora es el titular del 90% del edificio. A ver si consiguen el 100% y se restaura en condiciones, porque es un monumento precioso, a las fotos me remito.
¡¡Conoce y vive España!!
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