Este castillo está en medio del campo, a la vera del Arroyo Alarconcillo, por el que hay que pasear unos minutos para llegar hasta el castillo. Pertenece al municipio de Ossa de Montiel, en Albacete. Veréis, el castillo está en ruinas y abandonado pero a nosotros nos ha gustado mucho. A nosotros nos gusta de vez en cuando encontrarnos un castillo así, casi virgen, libre de actuaciones contemporáneas, muchas veces aberrantes.
El castillo es original del siglo XII. Durante la ocupación musulmana de la península, la tribu berberisca Masmuda levantó esta fortaleza. Tras la caída de los castillos de Alhambra y Peñarroya entre 1198 y 1200, seguida de la conquista de Alcaraz en 1213 por la Orden de Santiago, Rochafrida sería también incorporada a Castilla, renombrada como San Felices, en honor de San Félix de Valois, cofundador de la Orden de los Trinitarios en 1197, cuya noble función era la de liberar a cristianos cautivos. En 1216, Enrique I de Castilla legó la fortaleza y sus tierras a Don Suero Téllez de Meneses para poco después pasar a la Orden de Santiago. En el siglo XV, durante el reinado de Los Católicos, el castillo fue abandonado y olvidado.
Según la leyenda, dentro de los muros del castillo estaba una doncella llamada Rosaflorida, enamorada del nobel Montesinos, dando lugar a los romances de Rosafrida y de Fontefrida, de los más antiguos que se conocen, en un recinto cerca de la Cueva de los Montesinos. El diseño militar de la fortaleza de forma poligonal de doce lados, se adapta perfectamente al terreno en donde se asienta. El acceso al interior de la fortaleza es complicado, hay que subir entre las piedras no sin dificultad. Una vez arriba, con precaución se puede pasear por todo el recinto, que insisto, está en ruinas.
¡¡Conoce y vive España!!
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