Castillo de la provincia de Cáceres que se encuentra en ruina consolidada. También conocido como Castillo de la Peña del Acero. Es original del siglo XII, aunque lo que podemos ver ahora es en su mayoría del siglo XV. El castillo dispone de unas bonitas vistas y el acceso en coche se puede hacer sin problema hasta un aparcamiento con merenderos que hay abajo, aunque el camino está un poco inclinado, se puede subir. A pesar de estar en ruina, es un bonito castillo con cosas que no siempre están fáciles de ver, como un sótano, un gran aljibe abajo y otro arriba, etc, hay que tener en cuenta que, en el siglo XV, esto llegó a ser un palacio.
Anterior al siglo XV, apenas hay documentación sobre esta fortaleza, que a mediados de este siglo, cayó en manos de la familia Zúñiga de Plasencia. Un noble de esta familia, último maestre de la Orden de Alcántara, participó junto a su Orden en la toma de Granada. Carlos I, concedió en 1535 a Fabrique de Zúñiga y Sotomayor el título de Marqués de Mirabel ya que era amigo personal del rey y le acompañaba en muchos de sus viajes en los que se ilustró del Renacimiento. El castillo-palacio fue construido en el siglo XV sobre el castillo anterior de la Peña del Acero, llamado así por estar asentado sobre el cerro del que cogió su nombre.
Lo que más me gustó del recinto fue su cámara o sótano con bóveda de cañón hecha de ladrillo que sustentan las partes más visibles de la fortaleza y cuyo muro se mantiene en perfecto estado junto a sus aspilleras cruciformes, típicas de Extremadura en la época. Volviendo al pasado, esta fue una de las fortalezas que el rey Alfonso VIII se reservó para su uso y disfrute tras la conquista de Plasencia pero que fue destruida por los almohades en 1196. Los restos arqueológicos encontrados en la zona, de romanos, visigodos y musulmanes hacen pensar el la destrucción y reconstrucción del recinto en varias ocasiones.
Desde la ubicación de esta fortaleza se controlaba una gran extensión de terreno, sobre todo los pueblos vecinos. Carece de torres, ya que sólo se conservan los cimientos de dos de ellas, una al este y otra al oeste, considerándose la primera como la torre del homenaje, suspendida sobre el abismo y que tiene acceso directo con la planta central, la de la cúpula de cañón. En definitiva, que a pesar de su abandono, tiene partes muy bien conservadas y muy bellas, merece la pena subir a verlas.
¡¡Conoce y vive España!!
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