Castillo de Cortegana (Huelva) ⭐⭐⭐⭐⭐

     No pudimos verlo por dentro al ser lunes y estar cerrado, por lo que tuvimos que conformarnos con verlo solo por fuera. Es un castillo que nos gustó mucho y se encuentra bien conservado. La entrada esta muy bien de precio.

    Castillo medieval del siglo XIII de factura cristiana. Su origen es el control de la frontera portuguesa de la Sierra de Aroche, junto con otras edificaciones de la serranía onubense que conformaba la denominada Banda Gallega. De hecho, la comarca serrana fue conquistada a los musulmanes por los portugueses en 1246, que estuvieron ocupando la zona al menos durante dos décadas asentando sus principales bases en las vecinas Aroche y Aracena, por lo que es posible, que el inicio de la fortaleza empezara bajo dominio portugués.

    No fue hasta 1267, con el Tratado de Badajoz, que toda la comarca entre Aracena y el Río Guadiana pasara a formar parte de Castilla, dependiendo del Reino de Sevilla.

    Durante el siglo XIV, la inestabilidad del reino junto a las disputas fronterizas con Portugal, hicieron necesario fortalecer el recinto recreciendo y reparando los lienzos, alguno de ellos que pudo haber sido dañando por el terremoto de 1356.

    La población se encontraba en el interior de los muros que, a partir del siglo XV se trasladó fuera, quedando el castillo con un uso exclusivamente militar de control de la frontera y en caso de crisis acoger a la población.   

    Posteriormente, durante la Guerra de Sucesión castellana entre Isabel I y Juana la Beltraneja, vuelven a darle un nuevo impulso al castillo. Fruto de ello tenemos el actual aspecto del recinto con su Torre del Homenaje de 1480 y la edificación de las estancias del Alcázar en los primeros años del siglo XVI.

    Las  buenas relaciones entre los dos países, culminada con la reunificación en tiempos de Felipe II, en 1580, hicieron perder importancia a la plaza, recuperada años después con la  Guerra de Restauración Portuguesa en 1680 por la que se volvió a la división de España y Portugal que hicieron necesaria una nueva serie de obras de urgencia para adecuarla a las nuevas formas de guerra, con la eliminación de almenas para la instalación de cuatro cañones, de los que se conservan tres. 

    Este proyecto de refortificación, no llegó a culminar, al igual que el proyectado en 1738 que reafirmó el abandono del castillo que volvió a sufrir un nuevo embate con el terremoto de Lisboa de 1755 que dejaron la fortaleza en estado de semirruina. 

    Actualmente el castillo se encuentra rehabilitado y en buen estado, incluso amueblado al estilo medieval con muchos objetos donados por los propios vecinos por lo que su visita nos envolverá mas en esos años medievales, acrecentada con la celebración en el mes de agosto de las famosas jornadas medievales de Cortegana. 

  

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